El reemplazo de la energía convencional por energía solar limpia, proveniente de un recurso natural inagotable, está ganando terreno a base de sistemas eficientes que permiten la autogeneración de energía tanto en lugares inhóspitos como en los centros más transitados y demandantes, generando un positivo impacto ambiental y social.
En este contexto de pandemia mundial, donde la permanencia en los hogares resulta conveniente y, en muchos casos, indispensable y obligatoria, el consumo energético aumentó considerablemente durante todo el día, y no en determinadas franjas horarias como sucedía habitualmente, por ende, esto acrecienta los costos y el riesgo de saturación de la red.
De esta forma, cada vez se hace más necesaria la incorporación de alternativas que le den a los hogares seguridad y calidad energética para un buen funcionamiento, cuidando los recursos y contribuyendo al mejoramiento del medio ambiente.
Los paneles solares son una opción que permite cubrir el consumo diario del hogar con la energía natural proveniente del sol. La energía fotovoltaica es versátil, los equipos poseen una extensa durabilidad y demandan poco mantenimiento, que incluso puede ser realizado por los habitantes del hogar, a través de un monitoreo que ofrecen los instaladores.
También existe la posibilidad de contar con medidores que permiten conocer el consumo las 24hs y ejercer un gasto consciente, con un control detallado que permite el ahorro de energía y la maximización de los sistemas. A su vez, se puede recurrir a equipos con baterías que brindan protección ante los cortes de luz y posibilitan el almacenamiento que asegura el abastecimiento permanente.
Asimismo, con la energía solar se puede convertir al hogar no sólo en una fuente de energía para autoconsumo, sino de abastecimiento para la red, como suele ocurrir en muchos casos con el excedente que se genera. Por lo tanto, permite tanto la disminución de costos como ingresos extras, lo que otorga otra ventaja en lo económico.
En definitiva, desde Abastecedora Patagónica creemos que este puede ser un buen momento para iniciar esos cambios que al principio cuestan, pero que al cabo de un tiempo mejoran los hábitos y contribuyen a una buena calidad de vida, con menos daños colaterales y beneficios múltiples para la sociedad y la naturaleza.